http://www.cizebeachbody.com/ martes 7 de marzo de 2017, 11:30 Los comentarios enviados fuera del horario de moderación nye norske casino kursaal oostende, serán aprobados al día siguiente. Es demasiado tarde, siempre es demasiado tarde para reparar las equivocaciones que viajan en silencio dentro de la maleta. Para cuando las descubres tu casa está lejísimos norske casino sider donuts, y te has subido con ella a líneas de metro o taxis, y después trenes o aviones, y otra vez taxis casino slots rules, o autobuses, y la has empujado a través de escaleras, ascensores, vestíbulos, pasillos. Antes de partir apenas alimentas vagas sospechas en torno a la maldita maleta. Presientes que te equivocas a medida que la llenas beste norske casino 4 winds, porque reconoces los nervios y su signifi cado, pero ignoras en qué exactamente metes la pata. ¿Será en la ropa slots games machines, mal seleccionada spill casino jobs, o en la cantidad? ¿Tal vez en el calzado? ¿En las cremas o las lociones? ¿En los complementos? ¿Acaso en las medicinas? Estás demasiado ofuscado por el viaje y el temor a que algo no salga como has soñado. Habría que ser adivino para detectar las malas decisiones en ese momento, cuando aún son revocables. En cambio, cuando pisas el hotel, o el apartamento, o la casa, o donde sea que te alojes nytt norsk casino national harbor, y al fin abres la maleta sobre la cama, habría que estar ciego para no advertir qué hiciste mal en meter y excluir. La maleta vacía, que hay que llenar roulette bonus mail, se vuelve lentamente un trauma. Hay que hacerlo no tanto de prendas y objetos como de pequeñas decisiones. Eso es lo que mata y te deja los nervios heridos: incluir y excluir. ¿Cómo no sentir miedo al empezar? ¿O cómo quedarse tranquilo al acabar, y salir hacia la estación o el aeropuerto? Cada uno esquiva la tensión a su manera, si es que eso es posible. Algunas personas, de cierta templanza, la superan preparando la maleta semanas antes de la partida, cuando el viaje es aún una idea sin forma en la imaginación. Trabajan con listas, compartimentos, secciones, notas de móvil, que cada día someten a supervisión. Otras, menos metódicas, más alterables beste norske casino watch, sobrellevan la angustia que produce hacer la maleta pensando en otra cosa, mientras aguardan hasta el último momento para enfrentarse a ella. De pronto, hacen que se acuerdan, y actúan. Es cuando se cometen los peores errores, me temo. Las acciones postreras contienen a la vez el vértigo y el fracaso. Se acometen rápido, con los ojos cerrados para sufrir lo menos posible, y confi ando en que el milagro de cada día, del que todos somos merecedores, cobre forma en ese minuto locuaz. Preparar una maleta es "igual de comprometido que urdir una ficción, soñar un libro o construir un universo poético", afirma el narrador de Los horarios cambiados. de Eloy Tizón. Ese relato arranca con un "A tal carácter free slots bonanza, tal maleta. Yo llenaba la mía de forma accidentada, poco científica, aleatoria, guiado por el único afán de terminar cuanto antes casino online 007, pues nunca me ha gustado hacer maletas ni deshacer maletas ni pensar en las maletas. Para Tricia, en cambio, hacer la maleta suponía un gran esfuerzo mental, exigía un alto nivel de concentración y vigilancia, por lo que dedicaba muchas horas, incluso días enteros, a planificar de manera concienzuda su equipaje sin olvidarse de nada". Pero es posible no olvidarse de algo? Quién no ha salido convencido de llevar todo lo necesario, y a lo mejor así era, y al llegar al destino sintió el fi lo del arrepentimiento? Existe la maleta perfecta? Existe una maleta tal que nada falte y nada sobre? Seguramente no. High-Z S-720 CNC Router til salgs
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